Intervenciones urbanas
Una vez determinado el sitio de la Batalla, de la propuesta de la creación del Parque Artigas, y de elegido el lugar para la colocación del monumento conmemorativo: el Obelisco, se fueron realizando ciertas intervenciones urbanas.
El centro poblado se iba a comunicar con el complejo conmemorativo a través de una ancha calle en pleno campo rematada por el obelisco que realizaría Juan Manuel Ferrari, singular emulación criolla de las avenidas barrocas y boulevards de grandes ciudades europeas. Los terrenos ubicados al norte de esa avenida serían loteados y puestos a la venta durante los festejos, dando lugar al entonces llamado "Barrio Centenario", mientras que al sur se pobló más tarde, y en 1939 se inauguró el Hipódromo. La nueva calle es una continuación de otra preexistente, Concepción, que pasaría a llamarse "Avenida General Artigas" y a ser la principal de la Villa, en lugar de la que antes tenía tal rango. Fue un cambio muy drástico, al cambiar el tradicional eje Norte-Sur creado a raíz del rol de Las Piedras como población de paso, estructurada a la vera del camino que unía a Montevideo con el resto del país, por un nuevo eje Este-Oeste que termina en el Obelisco que se iba construir.
La Avenida Artigas y su extensión no forman una línea recta exacta, por lo que en el punto de unión iba a tener una plazoleta. En esta se levantaría para la ocasión del aniversario un arco de triunfo en madera y yeso.
Esta proyecto, podemos afirmar, respondió a la premeditada intención de crear un espacio conmemorativo ordenado por elementos de profundo valor simbólico
Walter Laroche relata que el 25 de marzo de 1911, se empiezan los trabajos en el Parque "Artigas" y se expropian los terrenos, tanto para el parque como para la avenida, cuyas obras consisten en alambrar los terrenos, hacer las calzadas y colocar cordones de piedra.
Uno de los elementos más llamativos del conjunto debió ser el frágil arco de triunfo diseñado por Juan Zorrilla de San Martín, vecino veraniego de Las Piedras, y realizado por Cantú y Lerena.