Representantes culturales

Nació el 13 de mayo de 1792 y fue bautizado en la parroquia de San Isidro de Las Piedras, figura como sargento de la fuerzas patriotas. Sus padres Manuel Freyre y Margarita Varela. Fue de los cruzados de 1825 e intervino en las batallas de Sarandí e Ituzaingó. Durante el gobierno de Gabriel Antonio Pereyra en 1856 desempeñó brevemente la Comandancia General de Armas de Montevideo. Comprometido en la revolución contra el presidente Pereyra, es borrado del escalafón militar. Participa en el Gobierno de la Defensa y en el 57 apoya al general Cesar Díaz, en el Paso de Quinteros.

Nació el 2 de mayo de 1795, habiendo sido bautizado en la parroquia de San Isidro de Las Piedras, sus padres José Agustín Sierra y doña Inés Rodríguez . Fue uno de los integrantes de la “Cruzada Libertadora de 1825”. Combatió en la batalla de Sarandí e Ituzaingó. Atanasio Sierra es uno de los cruzados que relató a un amigo lo vivido en el desembarco memorable en la noche del 19 de Abril de 1825, en l a playa de la Agraciada, impresiones que fueron publicadas en 1891, dice así: “Estábamos en una situación singular. A nuestra espalda el monte, al frente el caudaloso Uruguay, sobre cuya agua batíamos los remos de las tres lanchas que se alejaban; en la playa yacían recados frenos, armas de diferentes formas y tamaños; aquí dos o tres tercerolas y allá un sable aquí una espada, más allá un par de pistolas; ponchos por un lado, sombreros por el otro(…)”. Fallece en Montevideo, el 24 de setiembre de 1842.

Nació el 11 de diciembre de 1806 y fue bautizado en la parroquia de San Isidro de Las Piedras. Su nombre figura con diversa grafía en diversos documentos, pronto adoptó el apellido de su madre, Martina Ortiz, hija del primer matrimonio de Serafín Ortiz. Antes de la Cruzada Libertadora trabajaba en el saladero de Pedro Trápani, en la ensenada argentina de Barragán. Es actor en la batalla de Sarandí e interviene en ltuzaingó. Fallece el 3 de enero de 1867.

Nace en San Isidro de Las Piedras en 1788. Sus padres Serafín Ortiz y su segunda esposa Nicolaza Núnez. Su padre tenía una chacra en la actual zona de La Paz, donde vivía. A este lugar llegó el 31 de mayo de 1815 el Presbítero Dámaso Antonio Larrañaga, integrando la delegación del Cabildo de Montevideo que se dirigía al Cuartel General de Artigas en Paysandú. Participa de la Victoria de Sarandí. Fallece el 16 de octubre de 1857.

Nació en Las Piedras, fue de los cruzados del 25. Combatió en Sarandí e intervino en Ituzaingó. Era descendiente de Jorge Burgues y Martina Carrasco, integrante del primer núcleo fundacional de Montevideo. La familia de sus descendientes aún viven en nuestra ciudad.

Nació en el Piamonte, hacia el año 1800. En 1819 llegó a Montevideo, con un gran cargamento de vidrios, algo novedoso , artículo no conocido, en los ranchos de campaña, demostró su ofició en el arduo trabajo. Contrajo matrimonio con Aniceta Carrasco, pariente de Javiera Carrasco, esposa de Juan José Artigas. De este matrimonio nacieron numerosos hijos. En la Guerra Grande (1840) se alejó de Montevideo y se estableció cerca del “Paso de las Piedras”, allí estableció una posta de diligencias y carretas e instaló una fonda. Sus descendientes nacieron en este lugar; así consta en el Archivo Parroquial de las Piedras. Juan Calpino deja su huellas en el lugar, conocido como “Paso Calpino”.

Nació el 2 de octubre de 1856, hijo de inmigrantes canarios. Contrajo enlace con doña Juana Saraceno, se instaló con el comercio en Las Piedras hacia 1874 tienda y sastrería. Su casa se encontraba en la actual “Casa de la Juventud”, lugar donde se instaló el Liceo Popular de Las Piedras. Accedió a la Cámara de Diputados, como representante por el P. Nacional en el período 1917-20, autor de numerosas iniciativas legislativas , publicó “El hombre para la tierra y la tierra para el hombre”, dando cuenta de su preocupación por los temas de la realidad nacional, particularmente la cuestión agrícola, su lucha contra la invasión de la langosta, hacia 1896. Es de destacar la participación social y cultural en la comunidad de Las Piedras, en las fiestas patrias y festivas del Carnaval y de la Institución Club Solís, cuando Don Pilar presentó el proyecto de adquisición de la sede propia, la actual Comisaría Seccional, cerrando así la etapa fundacional del Club. Integró la Comisión del Centenario, participó de los estudios y cuidadoso relevamiento que realizara la Comisión del Centenario , el establecimiento del lugar de la Batalla, el monumento conmemorativo de Ferrari, son en buena medida parte de su trabajo. Fallece el 26 de julio de 1935.

Nació el 9 de julio de 1921 en la Argentina, luego la familia se trasladó a Uruguay (tenía tres años) se instaló en Las Piedras. Funcionario bancario en La Caja Popular de Crédito y Ahorro y luego en el Banco La Caja Obrera, accediendo en su desarrollo profesional, a gerente de la misma. Fue el historiador de nuestra ciudad, poseía un gran dominio de las técnicas de investigación, las fuentes documentales y el registro de la memoria, a través de la palabra, el archivo fotográfico fue su obra; asumió la responsabilidad del Nomenclátor de la ciudad. Logró la recuperación de la imagen original de San Isidro Labrador, que encontró en el sótano de la Iglesia de Canelones, según relata el carpintero que realizó el delicado oficio de restauración de este bien patrimonial. Aún se espera su llegada a la Parroquia de San Isidro de Las Piedras, sería el merecido homenaje, porque fue ferviente católico. Ciudadano infatigable, principalmente fue un hombre bueno, lo animaba una generosidad sin límite, y el amor por su ciudad.

Nació en la ciudad de Mercedes el 19 de junio de 1910; se dedicó a la docencia, primero como maestro y luego como profesor de Secundaria, en Canelones y Las Piedras. Casado con Esther María Repetto Bonneti, formaron una familia numerosa, con especial vocación por la música. Formó parte de la Sociedad de Fomento de Las Piedras, cuya secretaría ejerció en un momento bien fermental: de creación del Liceo Popular de Las Piedras (1937), de fundación de la escuela de Enología , el desarrollo de las autonomías de las juntas locales. Fue Representante Nacional por el departamento de Canelones, en tres legislaturas, las dos primeras por la Unión Cívica y la tercera como representante del Partido Demócrata Cristiano. Manifestó su preocupación por la calidad de vida de su comunidad , persona generosa, de diálogo profundo.

Nació en Montevideo el 25 de Agosto de 1903, sus padres Arturo Rodríguez de Las Carreras, Ingeniero y María Adelaida Zorrilla Arziaga. Cursó estudios de secundaria en el Liceo Nº 1 Rodó, estudió Derecho mientras trabajaba en la Administración del Ferrocarril Central, obtiene su título de Abogado en 1929. Trabajó como asesor del Banco de La República desde 1939. Contrajo matrimonio con doña María Blanca Preixoto Nin, y se instaló en la ciudad de Las Piedras, en la casa de la esquina de la Avda. General Flores y Treinta y Tres. Fue Profesor de Historia en Enseñanza Secundaria en el Liceo de Canelones, fundador del Liceo de Las Piedras, trabajó en forma honoraria hasta su habilitación. Integró la Sociedad de Fomento de Las Piedras, acompañó sus numerosas iniciativas para beneficio de la ciudad. Director del Liceo de Las Piedras hacia 1944, accedió por concurso, a la Inspección de Enseñanza Secundaria. Fue en 1968 elegido Director General de Enseñanza Secundaria, años de profunda inestabilidad política-social, el Parlamento le negó la venia. Falleció el 15 de noviembre de 1988.

Nació el 11de setiembre de 1883 en Las Piedras. Su vida la dedicó al arte y en general, su vocación por la música. Su talento para organizar, administrar, el campo del arte, conocedor del medio artístico así como también del público que consume cultura. Durante décadas estuvo vinculado con la Argentina, fundó la Asociación Wagneriana de Buenos Aires; participó en la fundación de los cuerpos estables del teatro Colón durante décadas. Participó en esta institución como administrador general y luego como director. Promotor del arte, aportó a la música rioplatense. Mantuvo un fuerte vínculo afectivo con nuestra ciudad, sus familiares y amigos así lo atestiguan. Murió en 1970.

Deportista destacado de nuestra ciudad fue en el básquetbol que desarrolló una prolífica labor, en el club Atlético Peñarol desde 1945 hasta 1960, obteniendo el título de Campeón Federal, en el torneo de 1952. Concurrió a tres Juegos Olímpicos, formó parte de los equipos nacionales en los juegos de Helsinki (1952) y Melbourne(1956) donde obtuvieron medalla de bronce. Formó parte del equipo uruguayo en los juegos de Roma hacia 1960, allí nuestro país logró el octavo lugar.

Nació en 1914. Cursó la Facultad de Medicina, al egresar se instaló en el medio rural del departamento de Lavalleja, en Polanco de Barrriga Negra, en plena campaña. Volvió a Las Piedras donde ejerció su profesión con total entrega, dedicado a sus pacientes, en sus prolongadas jornadas de labor de enorme sacrificio. Impulsó la creación de la Cooperativa de Crami para una mejor y más equitativa atención a la comunidad. Fue riguroso en su quehacer como médico y como ciudadano, la ética fue su brújula, estudioso y profundo humanista.

Nació en Las Piedras el 30 de mayo de 1922. En su vida y en su obra se destaca su condición de educador, maestro en la clase, en las tertulias amistosas en su vieja casona de Las Piedras, siempre de puertas abiertas, fue un formador de sucesivas generaciones. Formó parte de los llamados revisionistas, término que los diferencia del revisionismo como corriente historiográfica argentina. En el caso uruguayo se plantearon una re-interpretación de la historia del país, planteando en la investigación temas nuevos que permitieran la formulación de un nuevo proyecto de país. En este sentido Vivián Trías según Real de Azúa: “puede representar mejor que cualquier otra figura de sus coetáneos, ese momento especialísimo en que una conciencia políticay partidaria revisa todas sus técnicas porque es la visión de la realidad sobre la que ellas deben incidir la que ha cambiado, dando no sólo signo distinto al futuro (…), sino también presente y pasado mismo”. El programa de la Patria Grande, del cual Trías fue ardiente partidario y el federalismo artiguista se constituyen así en el núcleo central de sus propuesta. “Aplicó coherentemente una interpretación basada en el materialismo histórico y el Marxismo, en sus ideas filosóficas y políticas socialistas”. Entre sus obras se destacan: Aportes para un socialismo nacional, Uruguay y sus claves geopolíticas, Tres Fases del Capitalismo, Historia del Imperialismo Norteamericano, El Imperio Británico en la Cuenca del Plata. En el plano político fue un brillante parlamentario por el Partido Socialista, en el que ocupó cargos de dirección durante treinta años consecutivos, a partir de 1955 y con algún intervalo hasta la época de la dictadura, cuando fue disuelto el Parlamento. Fallece el 24 de noviembre de 1980, sin ver el triunfo del NO a la dictadura, aunque vivió los momentos previos con enorme optimismo, por el triunfo de la democracia uruguaya, lo cual ya se manifestaba en la vida política del país y en los “subterráneos de la libertad”.

Nace en 1894, en la ciudad de Salto. Ejerce como maestro en esta ciudad. Hacia 1925 funda la Escuela Experimental de Las Piedras, la cual formó parte del movimiento de Renovación Pedagógica de la Nueva Educación que el magisterio uruguayo llevó adelante desde las escuelas públicas, época fermental para la educación. Las Piedras, Malvín y Progreso – maestro Otto Nieman- fueron las primeras escuelas que se crearon dentro de las Escuelas Activas. En Las Piedras la experiencia pedagógica se desarrolla en un predio con un entorno natural adecuado a lo que iba a acontecer, sus espacios arborizados con flora nativa y exótica, huertas, espacios lúdicos. La construcción de cuatro pabellones para aplicar el Plan de Maestros Asociados en áreas especializadas; la misma fue realizada por el arquitecto Juan Antonio Scasso. La experiencia de Las Piedras trasciende a la comunidad americana, ya que se expande a Venezuela y Ecuador. En su obra Escuela Nueva en el Uruguay, desarrolla el pensamiento que inspira su obra, sus principios, así como el método del doctor O. Decroly. Expresaba el maestro: “Imaginemos la diferencia que hay entre aprender lecciones de agricultura, y hacer agricultura , aunque se rudimentaria; en el primer caso, es método clásico pretende instruir en la materia; nosotros decimos que no logran eso, pues esa enseñanza no sirve después; en el segundo caso, en hacer agricultura, ocurren hechos diversos: responsabilidad moral, esfuerzo corporal, problemas dificultades, fracasos, (…) decimos que hay educación...”. Sabas Olaizola fue profesor de los Institutos Normales entre 1930-1937. Lo encontramos entre los fundadores del Liceo de Las Piedras, allí trabajó como director, también ejerció la docencia en Santa Lucía y en Montevideo. Entre sus obras: El Método Decroly en Las Piedras,(1932);La Escuela Nueva en el Uruguay, (1935); El Plan de Maestros Asociados, (1950). Fue consultor de la Unesco en países de América Latina. Murió en Montevideo en 1974.

Yolanda Cattáneo, nacida en Montevideo, integrante de una familia de numerosos hijos; llegan a Las Piedras para alojarse en un campo cercano a La Pilarica, donde su padre cultivaba viñas. Decidida su vocación por el magisterio, a los inicios del siglo XX, durante toda su vida abarca el área pedagógica con mucha sabiduría. Fue pilar de una de las propuestas de Renovación Pedagógicas más importantes de nuestro País, desarrollada en la Escuela Experimental de Las Piedras, acompañando a Sabas Olaizola, ya en 1929 y llega a ocupar la Dirección en algunos períodos. También fue profesora fundadora del primer Liceo de Las Piedras. Así la describe Marne Guichón: “Escribía muchísimo y todo lo que salía de sus alma era muy bueno”. Algo de ella vive aún en Roma Cattáneo, su querida hermana, quien llegó a sus 105 años el pasado 15 de mayo de 2011.

Nació en la ciudad de San Ramón el 12 de octubre de 1933 y falleció en Las Piedras el 19 de junio de 1991. Residió en la ciudad de Las Piedras junto a su familia. Fue maestra de niños, niñas, jóvenes y adultos. Ocupó diversos cargos (maestra, directora, inspectora) para los cuales concursó y desde los mismos impulsó propuestas educativas basadas en le protagonismo del educando en un ambiente socializador y respetuoso de la diversidad, jerarquizando el valor de la educación formal. Su formación docente en la década del cincuenta le permitió tener profesores excepcionales y conocer las prácticas educativas de aquellos maestros que ensayaron nuevas propuestas. El conocimiento del Experiencia de la Mina con pioneros como Julio Castro y del Plan Estable que en la Escuela Nº 70 de Montevideo conoció y aplicó al inicio de su carrera, marcaron sus objetivos pedagógicos. En el año 1960 asumió como maestra de 2º Grado en la Escuela Nº106 “Artigas” de Las Piedras. En 1962 pasó a la Dirección de la misma hasta 1967. Luego ejercerá la dirección en las Escuelas: Nº149 “Ansina” de Las Piedras, Nº163 “Japón” en el Barrio Tiscornia de La Paz y también ocupará el cargo de Inspectora de Zona. En el año 1979, ante las políticas educativas de la dictadura militar, que no contemplaron los derechos establecidos para la educación en un estado democrático, solicita la jubilación. Pero continúa vinculada a al docencia ejerciéndola en un Colegio privado de Las Piedras. También en esta ciudad promovió la organización de grupos de adultos mayores, atendiendo necesidades e intereses sociales y recreativos de los mismos. Volviendo el país a la democracia, en 1985, se reintegra como inspectora de Zona y en el año 1987 asume el cargo de inspectora adscripta a la Inspección Departamental, contribuyendo en estos años, con un profesionalismo que siempre la distinguió, en la reorganización de las instituciones educativas del departamento de Canelones. Trabajó incansablemente por la educación de los niños como protagonistas en la comunidad educativa y social con iniciativas articuladoras entre ambas. Se integró así como otras instituciones, comisiones, asociaciones con objetivos específicos hacia el bienestar de los integrantes de la comunidad, logrando el reconocimiento de quienes la conocieron y compartieron con ella distintas propuestas. Es recordada por su larga trayectoria profesional comprometida con la educación como instrumento para la construcción de una sociedad democrática.

La Reafirmación de los Derechos Humanos Perico nace el 22 de abril d e1941 en Montevideo, en familia de sólida posición económica. Se forma en el colegio Richard Anderson y en el Seminario, Colegio Jesuita. En 1961 decide su vocación sacerdotal e inicia su carrera, estudia filosofía en Argentina y teología en Toronto, trabajando a la vez como obrero por las noches en una fábrica pesquera, comprometiendo desde el inicio su formación con el contacto directo con la sociedad. En 1970 es ordenado sacerdote en Montevideo. De inmediato inicia su trabajo con los más desposeídos y excluidos, en la zona portuaria en particular, organizando, defendiendo, incluyendo a las prostitutas, aún en medio de amenazas y represalias. Trabaja en la Casa de la Juventud Ramon Carre. Desde 1975, cofundador con el padre Roberto García y con un grupo de laicos de la Granja Hogar “La Huella”, en las afueras de Las Piedras. Desde allí todo su compromiso con los niños, su pensamiento, su lucha continua contra la dictadura y la defensa de los derechos humanos, su vida plena hasta sus temprana muerte transcurre en y desde Las Piedras, por decisión propia. Gracias a los cargos de representación internacional de la ONU que le ofrecieron por luchar por los Derechos Humanos, pudo haberse ido de nuestra ciudad, sin embargo su opción de vida, inclaudicable porque así lo sentía fue seguir en Las Piedras, en La Huella, en su antiguo “gallinero” reciclado. Por eso lo consideramos una de nuestras más formidables personalidades pedrenses del siglo XX. Por su pensamiento, por su lucha inclaudicable por la libertad, por sus sensibilidad, por su canto a la vida, a la esperanza, a los valores, a la construcción de una nueva sociedad y nuevos paradigmas. Desde Las Piedras fue cofundador de la revista La Plaza. Fue cofundador del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj). Por su tarea en defensa de los derechos humanos, por sus publicaciones, fue encarcelado y torturado durante la dictadura militar. En 1983, buscando abrir los espacios de libertad realiza un ayuno de 15 días, poniendo en riesgo su vida, junta los religiosos Jorge Osorio y Adhemar Olivera. Recibió altas distinciones internacionales, condecorado por el Gobierno de Francia como Oficial de la Legión de Honor y se desempeño como experto ante Naciones Unidas (ONU). A pedido de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos se integró en el año 2000, a la Comisión para la Paz. Fue decisivo en el encuentro de identificación de Macarena Gelman. Trabajó incansablemente hasta su muerte accidental, siendo sin duda una gran pérdida en la investigación que venía llevando con rigurosidad y discreción absoluta. En el libro que escribiera antes de morir, Desnudo de Seguridades, decía Perico: “Las nuevas demandas no solo económicas, están reclamando un nuevo proyecto de sociedad humana global, nuevos valores y una nueva civilización afirmada en una nueva ética. Estas demandas vienen fundamentalmente de una sociedad civil, con nuevos sujetos históricos- mujeres, indígenas y jóvenes- y de la conciencia creciente sobre la crisis ecológica y la necesidad de salvaguardar el hábitat. Las demandas de la mujer, de las etnias y de los que claman por el respeto de la naturaleza, son hoy las alternativas más esperanzadoras. Hay que asumir con radical sinceridad la crisis de valores y de paradigmas teóricos. Para enderezar este planeta torcido y acallar el llanto de dolor de los excluidos es preciso revisar con profundidad esos paradigmas”. El con su vida, con sus textos, con sus libros, su firmeza y humildad, con su tesón indoblegable lo hizo, siempre desde el lugar que eligió para vivir junto a los niños más pobres. “Nada verdadero se hace sin pasión, sin que no estemos profundamente implicados, vulnerables al grito doliente de las víctimas. La pasión es la razón de ser y el nervio del compromiso por los derechos de los no personas”. Esa fue su vida, la que alimentó siempre con la llama de la esperanza y la alegría.

Docente y escultor de formación figurativa nacido en la ciudad de Las Piedras, que incursionó en las nuevas directivas de la escultura contemporánea. Recibió su formación como escultor en el Círculo de Bellas Artes de Montevideo, en Europa fue discípulo de Antoine Bourdelle y en la década de los cuarenta estudió en Francia en la Academia Collarossi. Sus obras son el resultado de un proceso de recorte y recomposición de trozos de metales diferentes, entre ellos la chatarra, materiales a los que brinda una peculiar especialidad. Cabrera mismo definió su obra: “Mi escultura se caracteriza siempre por una organización lo más severa. Estricta. Cosa apretada. Espaciosa. Siempre. Por más que he sido figurativo hasta cierto momento, lo primordial es la estructuración”. Consiguió la integración de la escultura con la arquitectura y el paisaje, como lo ilustran los quince relieves de bronce que forman parte de la puerta del Banco Hipotecario de la ciudad de Rocha o las esculturas en hierro de 5 metros de altura al frente de la Caja Nacional de Ahorro Postal de la ciudad de Paysandú. Fue el responsable de la topografía de los muros y de los juegos infantiles del complejo habitacional "Parque Posadas" (1970-1973). Entre los numerosos premios que recibió, dentro y fuera del país, se destaca la Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Artes y Técnicas de París (1937). Triunfó en el Concurso Internacional organizado en 1940, para levantar un monumento al héroe nacional venezolano general José Antonio Páez. Recibió el Gran Premio, Medalla de Oro del Salón Nacional de Uruguay en 1958 por “Regreso”, un cemento directo de revestido monolítico. Ejerció la docencia como profesor de dibujo, modelado y trabajo manuales desde 1928 en la Escuela Experimental de Las Piedras y desde 1931 como profesor de modelado en el Instituto Normal de Maestros de Montevideo. Nació el 2 de mayo de 1903 y falleció el 30 de mayo de 1990.

Nació en Las Piedras el 9 de enero de 1882. Su abuelo comerciante de origen francés, se había establecido allí entre 1808 y 1810, instalando una curtiembre de referencia en la zona. El pintor tempranamente buscó contactos con el campo en el departamento de Flores primero, y luego en Las Piedras. Experimentó con la naturaleza, las riberas del río, sus paisajes, el aprendizaje del color, la vida de los paisanos y los caballos, que le fascinaban. Ha pintado los paisajes de los alrededores de Las Piedras, donde vivió largos años y de las Sierras de Córdoba de donde era natural su mujer. Estudió en la Academia de Bellas Artes de Roma y en París. A su regreso a Uruguay en 1907, se presentó al Círculo de Bellas Artes, obteniendo una beca y partiendo nuevamente a Europa. En esta segunda oportunidad, vivió la experiencia de los nuevos movimientos en el arte. Conoció de cerca las obras de los maestros impresionistas y postimpresionistas. En 1914 fue nombrado director del Círculo de Bellas Artes, renunciando en 1917, instalándose definitivamente en Las Piedras, trabajando en su taller y con compromisos especiales por la envergadura de las obras “Artigas en el Cerrito” y “La Batalla de Las Piedras”; ambas se destacan dentro de los temas históricos, y se encuentran en el Palacio Legislativo. La obra “La Asamblea de la Florida” se puede ver en el edificio de la Intendencia de Florida. Falleció en Montevideo el 16 de enero de 1961. Sus restos descansan en la ciudad de Las Piedras.

Relevante figura del arte contemporáneo y maestro de la pintura nacional que supo aunar su vocación artística con la labor docente, enriqueciéndose en el intercambio. Se trata de uno de los artistas más importantes del movimiento colorista rioplatense. La sólida síntesis del discurso rítmico y el equilibrio del plano son atributos que se conjugan en obra, para mantenerse constantes a lo largo de todo su recorrido creativo. El color se manifiesta enérgicamente en la pintura con una fuerza expresionista que le roba protagonismo al trazo. Lo medular de su concepción estética está en el intento por compatibilizar el aspecto expresivo de la pintura con la rigurosidad geométrica y tonal de la composición. Nació en Montevideo el 25 de agosto 1908, pero en 1920 ya residía en la ciudad de Las Piedras. Siendo muy joven estudió en el taller de Manuel Rosé y asistió a las clases de pintura de Guillermo Laborde, en el Círculo de Bellas Artes. Su primera exhibición individual fue en Montevideo en 1928. En 1937 y 1954 tuvo la oportunidad de visitar Europa. Viajó a Francia e Italia donde se inició en la pintura mural y el mosaico bizantino. Cuando volvió al Uruguay participó del activo “Grupo 8”. Ejerció la docencia en la década del cincuenta en el Liceo de Las Piedras, y posteriormente en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde fundó un Taller de Mosaico. Ocupó el cargo de director de esa institución por un período de ocho años, entre 1964 y 1972. En ese período, la Escuela Nacional de Bellas Artes inauguró un nuevo plan de estudios. Hacia 1970 se dedicó fundamentalmente a la serigrafía y el dibujo, etapa en la que suspendió su actividad como pintor para volver a retomarla en 1974. Entre los años 1991 y 2009 se han sucedido varias exposiciones que han repasado su obra. Falleció en Montevideo, 27de julio de 1984.

Poeta uruguayo nacido en 1889, que se dio a conocer en 1913 con el poema “Celebración de la primavera”, sensual y espiritual a la vez. En 1920 publicó el libro “Las fuerzas eternas” de contenido metafísico y dinamismo panteísta; en 1930 publicó “Las formas desnudas”, obra que a juicio de Zum Felde, “confirma definitivamente su personalidad entre las figuras más culminantes de la lírica hispánica” de su tiempo. Casaravilla Lemos falleció en 1969.

Julio María Sosa Venturini, conocido como “el Varón del Tango”, es una figura insoslayable de la música rioplatense, fue el último cantor de tangos que convocó multitudes. Nació en Las Piedras el 2 de febrero de 1926. Apenas terminada la escuela, la pobreza lo llevó a desempeñar las ocupaciones más diversas: repartidor de farmacia, lavador de vagones, vendedor ambulante de bizcochos, podador municipal de árboles y marinero de segunda entre otras tareas, que alternaba con su afición por el canto. Se inició profesionalmente en La Paz, como vocalista de la orquesta de Carlos Gilardoni. Más adelante, en Montevideo, participó en las de Hugo Di Carlo, Epifanio Chaín, Edelmiro “Toto” D’Amario y Luis Caruso. En 1948 graba por primera vez, dejando en ese disco cinco interpretaciones para el sello Sondor. Ese mismo año el letrista Raúl Hormaza lo acercó a Enrique Mario Francini y Armando Portier, quienes tenían la intención de sumar un nuevo cantante al que ya tenían en su grupo de música típica Alberto Podestá. Esta circunstancia llevó a que su situación económica cambiara categóricamente. Grabó con Francisco Rotundo y ya consagrado como cantante, trabajó con Armando Portier. Incursionó en la poesía con un único libro que fue publicado en 1960: “Dos horas antes del alba”. Es autor de la letra del tango “Seis años”, que lleva música de D’Amario. Falleció en Buenos Aires el 26 de noviembre de 1964 en un accidente automovilístico. El día 24 había cantado por radio su último tango, “La gayola”: “¡No te asustes ni me huyas!... No he venido pa’ vengarme / Si mañana, justamente, ya me voy pa’ no volver…”