Museo a Cielo abierto

Anfiteatro "A Don José" - Obra Eladio Dieste

Eladio Dieste (Artigas, 10 de diciembre de 1917 - Montevideo, 20 de julio de 2000). Maestro e inventor de la ingeniería y la arquitectura. Concibió la forma y la materia como "una sola cosa", y aplicó este pensamiento en el uso de la cerámica armada. Así consiguió crear obras dotadas de extrema verdad, bondad y belleza. Su rigor técnico y geométrico no le separó un ápice de su postura humanista y de su preocupación por lo que llamó "economía cósmica". Su obra es arte en el sentido más puro: aquel que sigue fielmente las reglas y preceptos del "buen hacer". Desde Uruguay, surgió un hombre que enseña a todos cómo el esfuerzo, la técnica y el buen juicio pueden conducir a la perfección en su grado más elevado. Su poética es un continuo circular entre el poder de la razón y el poder de la imaginación. Así Dieste alcanza un "estilo", a la vez propio y universal. Estilo que, según sus propias palabras, debe entenderse como la "creación de un repertorio de formas estudiadas según un proceso en que entraban lo constructivo y el secular refinamiento de las proporciones". Su obra, vista en conjunto, se ha cargado progresivamente de significado, pues representa una parte esencial espíritu humano, en un lugar y en un momento histórico determinados. Este logro lo ha colocado en el camino de un creciente reconocimiento internacional. Probablemente, su obra magna es la Iglesia de Cristo Obrero, que construyera en Atlántida, Canelones, Uruguay, en 1952. Esta obra se ha incluido en la Lista Indicativa del Uruguay para Patrimonio de la Humanidad (Unesco).

 

“Un edificio no puede ser profundo como arte sin fidelidad seria y sutil a las leyes de la materia; sólo la reverencia que esa fidelidad supone podrá hacer a nuestras obras graves, perdurables, dignas compañeras de nuestro discurrir contemplativo.”

“Cada problema constructivo, en la industria que conozco, debería encararse con una especie de ingenuidad, no con ánimo de ser original sino con una actitud humilde y vigilante. Pensarlo de nuevo con el acervo básico que es ya patrimonio de todos los hombres.”

Iglesia Cristo Obrero
"La actitud de los obreros, que salvo tres o cuatro especialistas eran todos del lugar: unos y otros acompañaron la aventura no pasivamente sino sintiéndose también protagonistas, como lo fueron; unos protagonistas comprometidos y llenos de calidez humana."